¿Dónde estás?
(sobre Dios y los porqués)
A veces, ensimismado mirando al Cielo,
que es la profundidad de mi Alma,
me pregunto el porqué y el paraqué
de tanto dolor, miseria y desconcierto.
No hallo respuestasa esta mi pregunta
como si Aquél premaneciera mudo,
despistado, ajeno a los avatares de lo humano,
semejando tentar lo que es mi fundamento.
No es una pregunta retórica, absurda,
ni mucho menos pretende ser un reto,
¡qué va! Es más, ni siquiera es una queja,
es, sólo, un suspiro frente a lo Eterno.
A pesar de ello, no cejo en mi empeño
de descubrir el misterio que ello en cierra.
Sé que es una pregunta que a Dios acerca
pero también que a muchos, de Él, aleja.
Pero consciente de mi herencia pitagórica,
sé que más importante que la respuesta
lo es la pregunta…
porque si ésta no es válida
nunca lo será la otra.