Rocío V-P.

¡VIRA TU VÍA!

 

En los innumerables senderos

muy asoleados a la aurora,

ésos maravillosos tiempos

de eternas primaveras

e interminables veranos

lo más pequeño, un detalle,

definía todo nuestro hado...

Respirábamos libertad, osadía

en los andares al ocaso

no había batallas perdidas

ni palabra tal llamada “porfía”...

Y, las miradas claras

impregnadas de diáfana

voluntad de amar, emergían,

originadas en órganos externos

más que en la misma alma y suspirar...

Fácil era el corazón

entregar, sin póliza de vida

o siquiera algún boleto de

vuelta a la estación “realidad”...

Otoños en inviernos sus dolores

en nieve y hojarasca nos dieron,

Los años nombraron noveles encuentros

la piel, cuerpo y quimeras

su vehemencia iban abreviando

en sus níveas nubes de realidad

construída..

Con mi amor coincidí, difícil

e inverosímil posibilidad

de encuentro, y ya ves...

así fue...

Volátiles los lustros avanzaron,

nuestros caminos en hado

se reencontraron, y la chispa

aún en tus luceros ardía

alumbrando el lugar que nunca abandonaste...

nuestro amor... y todo lo pasado...

como en máquina de tiempo estancado...

La vida jugó sus partidas,

y en tu obstinada mudez ,

inmovilidad y desidia,

las piezas de ajedrez estáticas yacían..

La historia sucedió en el libreto

de folios vacuos en tu regazo...

Hondo aspira y con bien abiertas

pupilas mira... hasta el oxígeno

ha mutado en consistencia y color

y para ello hay una válida razón...

Cambio es parte de la vida,

es evolución al depositar tu energía

no en luchar por conservar lo añejo,

pero en concentrarse en construir

tu nueva realidad fluída,

con lo que eres y posees

y sentido da a tu travesía...

Vira la vía al respirar veraz,

esa que el fondo de tu esencia definirá

y moverte a crear te permitirá...

 

 

 

 

 

Copyright© 2014 Rocío Vega-Ponce