Los terruños caen de los piojos,
tragado estoy dentro de la boca del pais,
me siento acongojado,
truenan mis ojos,
lo que ven son solo campos de maiz.
Desierto morboso
de la superioridad sobrada,
campante esta mi campaña
en el ojo de huracan,
si algun dia me buscaste y fui callada,
la voz dejara su verde clamor.
Ajeno de mi ser,
no manejo la rudeza del grito,
que desesperado
se convierte en narciso.
Principio de seguridad,
bailo en el limbo de la soga,
contrato calamidad
y sin mas cuestion
me asujeta y me ahoga.
precipito mi marcha,
sin mas búsqueda no la hallo,
me siento y me callo,
que el rayo va hacia mi sin bacilo
sin filo, no lo pillo
el equilibrio perfecto,
lo correcto me corroe
y me pide el insesto
en esta sociedad sin vida
con saliva corrosiva.
Prefiero el muñeco
que mira fijo a los ojos
aunque miedo me produce,
confidente quien lo dude.
Los vidrios en la acera
quebrados por aquel domador
busco fijo su mirada
calmada de corrector
anfitrion de la boda,
sin marido sin mujer
costado a costado
los invitados al cuartel
. La salida esta próxima,
no se si estar o partir,
vivir por fin la ansiosa senitud,
que la quietud no me comparta
con la parsimonia virtud
quiero la alocada verdad
y llegar al extremo,
una vida de vertigo,
infinito de placer
rodar como ansié
y contar como amé
dejar la huella
de que al fin terminé bien.