Es un veredicto
sus hijos son germen de fe
las bases de sus naciones son mentes impasibles
alguien dijo que los vio regar sus jardines
con las lágrimas de Hiroshima y Nagasaki
nos inclina ante nuestras creencias
cimenta sus naciones en huesos
es el tiempo que nos acuna
tiene en el cuello un patíbulo
les gritamos: “Derramadores de Sangre”
entonces sus manos juegan con botones
al final es cierto
la vida es bella pero barata
cortan la flor de los pueblos
es una trasmigración de la injusticia
en el ámbito de una noche pura
claman desde el polvo
los que tomaron el vino de los fratricidas