Para mí siempre serás
mi querida niña linda;
nunca te podré olvidar
ni te dejaré de amar,
porque eres parte
de mi esencia
la más bella.
Con el olvido,
se muere un poquito,
es enterrar lo vivido,
es perder la memoria
de lo que te hizo
vibrar en su día
o tal vez llorar.
Hay que morir al pasado,
más lo bueno
hay que guardarlo
como un preciado tesoro
que siempre podremos
usarlo.
Lo malo también
hay que agradecerlo
porque nos ha enseñado.
Yo te quiero
sin pedirte nada a cambio,
porque me hace feliz
siempre pensar en ti.
Lo que me quieras dar
será un regalo
que el Cielo me dará.
Si reaccioné
es porque no sabía
qué hacer,
pero siempre te querré.