Por siempre te marchaste, te fuiste de mi lado,
la promesa olvidaste de aquel amor jurado;
por siempre te marchaste, con afán despiadado
mi anhelo destrozaste: quedé desamparado;
Yo me perdí en el vicio, el vino y el cigarro,
un cuerpo ya rendido se iba de mis manos;
el alma cual suspiro, se alejaba, volando,
y un pecho muy herido lloraba por tus brazos;
Por siempre te he perdido, ya nunca volverás,
sin embargo, te digo que nunca encontrarás
un amor como el mío, por siempre vivirá:
ternura, amor, cariño, como el mío, no hay...