Al caminar siempre con la mirada hacia adelante
Sin mirar atrás hacia el ayer agonizante
Pero si en mente los obstáculos que se han superado
Y las experiencias que más fuerza en uno han generado.
El viento sopla con señas de cambio y transformación
Aun cuando es bueno a este se le ha de temer
Porque no se sabe lo que pueda producir esa actualización
Las dudas no se abstienen y estas en uno se empiezan a meter.
Invocando con su poderío a la imparable tempestad
Aquella que con su toque nos envuelve en una incomodidad
Haciendo incapaz el aceptar aquellas cosas que se adquirieron
Desaparece la fuerza cada vez más en los remolinos que aparecieron.
Tanto que pareciera que la fuerza por completo ha desaparecido
Que con la muerte fue con ella con la que uno se ha ido
Sin embargo aún late lentamente el corazón inquebrantable
Mientras el alma empieza a resonar e irradiar como luz inapagable.
Dando la fuerza suficiente para el límite destrozar
Ese que la tempestad impuso para no dejar salir
Obteniendo la libertad para ir tras ella y poderla extinguir
Porque un nuevo destino por nuestra mano se está por forjar.
Enfrentarla cara a cara a esa tempestad
Nos hace mirar de nuevo hacia aquel ayer
Haciendo que se fragmente está presente eventualidad
Solo para que las piezas se las lleve el viento del ascender.
Irradia el alma y late el corazón que no han parado
Aceleran con fulgor causando la gran evolución
Junto al nuevo destino a la tormenta han invocado
Ruge con nosotros en una gran explosión.
“Porque no es una resurrección, esto es evolución”
Retruena y sopla con nosotros para este tiempo evolucionado
Aquel que dice: “Mi destino es a la tormenta invocar”
Haciendo que la tempestad de las dudas pueda parar
Y con nuestra mano pueda por fin eso se vea terminado.
Esta es la tormenta de evolución
Que en vez de podernos hacer una resurrección
Nos hace avanzar hasta llegar a nuestro máximo esplendor
Con el nuevo destino que se forjo con un gran resplandor.