Nadie.
Dime cómo te llamas,
Dime si el olvido me revela tu nombre;
Las azucenas debaten quién eres.
Mis parpados han creído conocerte,
Pero mis deseos divagan en tus mejillas
Y la luna redacta
Un discurso loco y falaz.
Me entorpece la nada,
El silencio de los enamorados
Me embriaga
Y el grito de los locos
Me hace habitar en los márgenes
Del tiempo.
Me parece conocerte,
Me parece haber olido tus fragancias,
Me parece haber escuchado tu voz;
Oh soy un esquizofrénico inventado
Tu cuerpo como inventa el inventor
Un artefacto.
Pero tu sonrisa brilla
Como una luciérnaga,
Y tus ojos me intrigan
En las noches de los infantes.
Camino en las praderas
Y siento que alguien
Va junto a mí,
Corro por las veredas
Y oigo el cantar de las vacas,
Pero siento que en el árbol viejo
Y de rubí me he acostado
A la par de alguien.
Oh mis locuras,
Oh mis demencias,
Oh mis desvaríos
Porque mi cuerpo
Siente las caricias
De una persona.
Nada encuentro en mis recuerdos,
Nada encuentro en el tiempo
Y la vida me grita de tu presencia.
Mis brazos me hablan
De haber tenido a alguien
Dentro de ellos,
Mi piel grita y suda
Porque ha sentido el roce
De un terciopelo que le ha dado calor.
¡Oh yo pobre y loco!
Mis labios sienten haber deshojado
A una blanca flor,
Mis oídos el quejido de los amantes
Y mi lengua el leve roce de una fresa.
Dime quién eres,
Oh recuerdo angustioso,
Oh grito unánime
De mis sentidos
Y rocío mañanero
De mi vida.
No te recuerdo,
No te conozco,
Deambulo por las calles,
Voy hacia lugares
Que nunca he frecuentado
Y canto las locuras
De un joven enamorado.
No sé quien eres,
No sé de donde viene este recuerdo;
Ni tu nombre lo sé,
Ni el gorrión me lo dice
Y la aurora me lo oculta.
Sabio sol decímelo,
Oh luna inteligente pronúncialo,
Oh arenas que el mar lo escriba
Y montañas que sus cascadas
Digan sus iniciales.
No, vida dímelo,
Muerte aunque sea la letra
Inicial de su nombre,
Oh vacío redáctalo en tus anales.
Ya no sé a quién preguntárselo,
Ya no sé a quién acudir;
Pues mi llanto es por nadie,
Mis gritos son por nadie
Y mis quejas son por nadie,
Nadie, nadie, nadie…
¿Nadie?- Oh nadie,
Nadie, pues por qué resuena
Este nombre como eco vibrante
En mis oídos y como viento fuerte
Que derrumba a la mar.
Ah ya sé cómo te llamas.
Te llamas: Nadie…
¿Por qué ahora?
Veo venir los algodones del cielo,
Mi mirada se posa en las estrellas;
Mis oídos escuchan el canto
De las sirenas.
Veo el fuego moverse
Entre las sombras
Y la luna sonreír
Entre las constelaciones.
¿Por qué ahora vienes a mí?
¿Por qué ahora luces entre las sombras
De tus ojos?
Pues he llorado junto al jaguar,
He corrido entre los jabalíes
Y me ha abrumado tu espacio
Loco y torpe de tu presencia.
Grito a la luna,
Que el sol me oculte
Y las estrellas tambaleen
Para que me desahogue
En la vía Láctea.
¿Por qué tú nombre
No lo podía pronunciar?
¿Por qué tú nombre
Ni el cielo ni la tierra
Me lo decían?
Si ahora apareces
Como un fantasma
En las noches de mis recuerdos
Y el olvido me hace refrenar
Mis pasiones desenfrenadas al verte.
Tus pechos humeantes
Han despertado al dragón
Dormido dentro de ti
Y mis brazos
Se han convertido alas
De gallina para calentarte
Y protegerte de cualquier gavilán.
¿Por qué ahora apareces
Entre el pórtico de mis disparates?
Me creí esquizofrénico,
Loco, demente y falaz
Por sentir tú presencia
Y no recodar tu nombre.
Pues mis entrañas ríen,
Gozan mis ilusiones,
Tu voz es un dardo venenoso
Que mi corazón
Muere minuto a minuto.
Tu risa de luna,
Tus mejillas dos rosas,
Tus labios tulipanes,
Tus pechos fuliginosos,
Tus caderas serranías
Y en tus cabellos
Mi alma se desahoga.
¿Por qué ahora apareces?
¿Por qué ahora te desnudas ante mí?
¿Por qué ahora gritas?
Pero te digo:
¿Por qué ahora no me dices tu nombre?
Dímelo porque la luna
No me lo dijo,
Ni el sabio sol,
Nada ni nadie me lo dijo.
¡¿Cómo te llamas?!
Respóndeme te lo digo,
Respóndeme…
-Me llamo: Nadia…