De Neftalí Jiménez 2014
Tenemos que arraigarnos a todas las enseñanzas que nuestros familiares nos inculcaron por anos. Si no lo hacemos, entonces todos sus esfuerzos fueron en vano. En memoria de: Mami y Papi (Malé y Quilo), Tío Guillo, Tía Mela, Tío Nando, Tío Cine, mi cuñado Pedro y todas esas personas especiales que dejaron huertos para que los cultivemos y cosechemos.
Hemos dejado huertos sembrados de esperanza;
sembradíos de ilusiones, de esfuerzos de constancias.
Labrados con tesón y regados con lágrimas
Y abonados de virtud, honradez y añoranzas.
Hemos dejado huertos para que los laboren;
dados a la certeza de que serán mejores.
Para que a sus hijos los dejen heredados,
de lo que solo importa, el amor abnegado.
Hemos dejado huertos y en los huertos espinos;
porque no fue tan fácil caminar el camino.
Pues la tierra era dura y el sol te consumía
y arar la tierra, a veces no podías.
Los huertos olvidados solo se secaran.
Riégalos con empeño, con virtudes que harán
que las semillas broten fuertes de su cimiento
Serán nuestros honores aquí en el firmamento.