... he pensado ciegamente en lo mismo, por ejemplo:
siendo cuerpos permanecemos hundidos en la tierra,
a veces llenando de agujeros la sangre derramada...,
otras veces actuando más de lo debido.........................,
puliendo una extensa s o n r i s a
en las ruinas de las expresiones
que se fumigan junto a los fantasmas de nuestras desgracias...,
amamos la fuerza de gravedad...,
sabiendo...,
sabiendo que nos escribe detalladamente el cautiverio
en una gigante burbuja de cristal
que prontamente se quebrará en el futuro
... ya cuando no sea entretenido exhalar las lágrimas
... y el cielo se llené de aves marchitas
exfoliando la libertad en cenizas
de un árbol suicidándose
hasta desnudar sus ramas como un arma puntiaguda
torciéndose en contra de la tierra...,
hasta llegar a la profundidad de sus raíces...,
tratando de..., dejar en libertad sus pies
para poder quitarse el abismo de su esclavitud
... y volver..., volver a aprender a volar
dejando en un impulso alérgico su exclusión existencial...
A veces, ¡NO!, siempre necesitamos aprender a respirar,
sacar las raíces del sedentarismo emocional
y quitarse ese peso,
esa gravedad,
esa prisión de llantos
que enfrasca nuestra condición de ser cuerpo,
verbo,
carne y alma,
de ser humano, de ser vida, vida...,
al punto final
de exfoliar el dolor
en una lágrima
encapsulando la muerte
hasta el suspenso de los seres queridos
en tres reflexiones finales...
Pienso en t..., te pienso..., me pienso exist....
… y j a m á s e x i s t o /
...