J.R. Luna

Tonada de un adios

Si supieras mi alma

si conocieras mi vida

sabrías lo que te odio

sabrías lo que te amaba.

 

Jugando con mi llanto

te hice un rosario...

En cada perla lleva canto

en cada hilo tiene espinas.

 

Los hilos que me quedan

te los doy para que muevas mi vida

las perlas se me acabaron...

Porque fueron lagrimas que tire; allá, en una esquina.

 

Se colgaron mis párpados

se secaron mis risas...

Murieron mis sentimientos

me quitaste la vida.

 

Las manos me sudaban

los nervios me invadian

por tu boca se me iban los suspiros...

¡Yo padecia!

 

Manten la alegria de tu corazón

pideme que me vaya o pierda la razón

porque si me llego a quedar, me hare ilusión

y no quiero de castigo, tu obligación.

 

Adios; si es necesario, no me dolerá

porque el corazon sin razón me quedará

la sangre a mi cabeza de rojo teñirá...

Y la luz de mis ojos; un dia, ¡se apagará!