Si supieras mi alma
si conocieras mi vida
sabrías lo que te odio
sabrías lo que te amaba.
Jugando con mi llanto
te hice un rosario...
En cada perla lleva canto
en cada hilo tiene espinas.
Los hilos que me quedan
te los doy para que muevas mi vida
las perlas se me acabaron...
Porque fueron lagrimas que tire; allá, en una esquina.
Se colgaron mis párpados
se secaron mis risas...
Murieron mis sentimientos
me quitaste la vida.
Las manos me sudaban
los nervios me invadian
por tu boca se me iban los suspiros...
¡Yo padecia!
Manten la alegria de tu corazón
pideme que me vaya o pierda la razón
porque si me llego a quedar, me hare ilusión
y no quiero de castigo, tu obligación.
Adios; si es necesario, no me dolerá
porque el corazon sin razón me quedará
la sangre a mi cabeza de rojo teñirá...
Y la luz de mis ojos; un dia, ¡se apagará!