Cuando muere un estudiante el dolor ahoga el alma,
pero cuando muere a manos de la injusticia no existen palabras.
Cuando muere un estudiante es un camino que no llegará a destino,
es una siembra que no dará sus frutos,
es una luz de miles de futuros que precozmente se apagan.
Cuando muere un estudiante, mueren cientos.
Muere el médico que salvaría vidas,
muere el sacerdote que sanaría almas,
muere el científico que descubriría planetas,
muere el arquitecto de fantásticas ciudades,
muere el poeta que deja hojas en blanco, del libro no escrito,
muere el pintor que deja sin color sus lienzos.
Cuando muere un estudiante, muere el hijo de quien hijos no tiene,
muere el otro hijo de quien hijos tiene.
Cuando muere un estudiante, mueren familias,
pues mueren un padre o una madre que no llegarán a serlo.
José Garibaldi Soto Herrera
Pediatra del Hospital de Niños “Dr. José Manuel de Los Ríos”
Caracas – Venezuela.
13 de febrero de 2014.