Raul Gonzaga

Nuevo Prometeo

También algún día me iré, y se quedarán mis amigos,

Como los honestos testigos de lo que algún día canté;

Y recordarán a Gonzaga como el que cantaba al dolor,

El que le cantaba al amor o a esa fatua sombra que vaga,

 

Como un fantasma entre la nada, que su gran misterio guardó

Y que tan sólo develó a esa loca alma enamorada;

Mas él la compartió con todos como aquel audaz Prometeo

Que le arrebató el noble fuego a los dioses, que muy incómodos

 

Lo condenaron sin piedad, a continuar encadenado

Para sentirse devorado todos los días con crueldad;

Y es que no hay condena fatal, ni martirio más inhumano:

Que ver sufrir a algún hermano sin que lo puedas evitar…