Padre nuestro,
Que nos dejaste la tierra,
Sacrificado sea tu nombre,
Santificados sean los pobres y los desvalidos;
Venga a nosotros tu pobreza;
Hágase tu voluntad así como
La de los tuyos en la tierra.
Danos hoy la lucha de cada día,
No nos quites el pan que sabe a
Sudar, y sangre cada día;
Perdona nuestras ofensas
Así como nosotros matamos a los
Que nos ofenden,
No nos dejes caer en
La soledad y
Líbrame de las bocas
De los demás. Hasta pronto…
Benedetti (joseph Cernuda)