(José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
27 de febrero de 2014)
Acaricia mi norte tu rostro sonriente en este nuestro día,
busca tu pecho rebosante de pasión y alegría,
corre mi boca tras tus labios, ansiosa de llamarte mía,
Y te llueven mis palabras tras la tarde fría.
Acaricia mi norte todo tu cuerpo y te hace el amor.
No existe nada oculto que no haya tocado mis manos.
Te aprisionan mis brazos, me aprisiona tu sonrisa
y otra vez mis labios pueden decir que fuiste mía.
Poco a poco mi amor va llegando a ti.
No hay distancia que nos separe cuando la dicha es inmensa,
nuestra vista apunta al horizonte imaginando nuestros cuerpos
trenzados en un rito de amor y delirio, de calor y estío.
Llegando a tu sur están mis ansias y trémula mi alma sorbe.
Aparta riscos, aparta mares para llegar a la senda en la que,
tomados de la mano, celebramos este día que nos une.
Y no hay rima en mi verso que vuela lejano,
Sólo busca la armonía de tu poesía en mis manos…
Para dedicarte este poema y decir que fuiste mía.