Si destila, no miel, si no veneno,
de mis labios, cariño y no placer,
cuanto pudiera de los tuyos ser
el cáncer que al amor pondría un freno.
Si de tres besos una noche lleno,
vísperas del olvido, amanecer
no con dulce recuerdo el entrever,
sino amargo dolor tu éxtasis pleno.
Perdón si quise fuera tu motivo,
ser el otro, el patético y esquivo,
el que quisiste pronto y lo olvidaste.
Procurando dejar en tu memoria
como el último beso de esta historia
la llaga que en tus labios suscitaste.
Marcos Hernández
Masatepe, 25-02-14