Como una barca amarrado,
varado en arena sucia,
mirando las gaviotas,
envidioso de ellas,
mirando mi amado mar,
oyendo sus olas que me llaman,
sintiendo su presencia,
infinita,
lleno de ella,
Si pudiera soltar las cuerdas,
si una de tus olas me buscara,
si tú me llamas,
me deslizaría por esa arena que me atrapa,
suavemente,
sin hacer ruido,
sin mirar atrás,
a ti me entregaría,
a ese mar que son tus ojos,
infinitos,
lleno de ellos,
al abrigo de tus brazos,
al susurro de tus olas,
al sol de tu corazón,
volarían las gaviotas de mil besos ,
esos que tanto he soñado,
que tanto deseo,
que imagino en la fría distancia,
sintiéndote,
deseándote,
hundiendo mi mirada en tu mirada,
en el azul inmenso de tus ojos,
aquí amarrado
esperando esa ola,
lleno de ti.