Dame un Segundo
Dame un segundo
y te diré que no te amo.
Diré que no amo tus manos,
esas delicadas armas diseñadas
a la medida de mis debilidades.
Diré que no amo tu cabello,
esas cascadas en que mi ser se diluye.
Diré que no amo tus ojos,
esos mares color miel
en que mis sueños naufragan.
Diré que no amo tu cuerpo,
Ese laberinto sin salida
en que mi conciencia se pierde.
Dame un segundo
Y te diré que mis manos
no están temblando ahora.
Diré que si tiemblan,
no es de amor sino de frio.
Y si tiemblan de amor,
no soy yo quien te ama
sino mi alma que reclama la tuya.
Y si tiemblan de frio,
no es a ti a quien necesitan
sino al calor de tus besos.
Dame un segundo,
pero no un segundo cualquiera.
Dame el segundo en que perdí
la noción del tiempo,
el segundo en que te vi
Por primera vez,
El segundo en que me enamoré.