Por Hoy...
¡Oh, dulce, matinal embeleso:
despertarme abrazado a ti;
poner en tu boca un beso;
apretando tu cuerpo junto a mí!
¡Oh, dulces caricias que me inflaman,
acrecentando el deseo pasional;
encendiéndonos estrepitosas llamas,
consumiéndonos en forma total!
Dejar la “casi-muerte” de la noche,
para cabalgar en coche celestial
(del sueño, fantasía que es derroche),
y pasar de la nada al paraíso,
tan sólo porque Dios así lo quiso:
¡tu amor y mi amor, por hoy, juntar!