Un sueño de oro
siempre perseguí,
poder amar
y que me amaran a mí.
Paz, serenidad y bienestar,
para mí y todos los demás.
No atormentarme más el corazón,
con lo que no tiene solución.
Lo malo perdonarme y perdonar,
a pesar de que no
me perdonen los demás.
Poder viajar, bañarme en el mar,
broncearme en el Sol,
sin que me haga mal,
respirar el aire limpio y fresco,
sin que contamine mi cuerpo.
Vivir todos como hermanos,
tendiéndonos la mano,
sin interés y sin calcular,
si después de eso
me podré aprovechar.
Un sueño de oro
siempre perseguí,
y en mi edad madura,
desapegada de mí misma,
con gran dicha lo conseguí.