Quiero la paz de tener sueños cálidos
Quiero la esperanza de poderme perder
En manos, espalda, cabellera y labios
Un día sí, el otro también
Quiero ser tu sed, tu aroma, tu orilla
Quiero ser tu rabia, tu hastío, tu monotonía
Ser el constante veneno de tus mordidas
Tu fantasma, tu agonía
Y bordando deseos con sabor a sal
Puedo imaginarte en fruta, desnuda, en clima
Puedes ser mi bálsamo, mi espina dorsal
Quieta, sigilosa, enderezándome la vida
Quiero ser tu canción, tu poesía
Tus letras, tu mensaje en la botella, tu isla
Tu esperanza, tu luz, tu herida
Tu viento, tu sol, tu enigma
Y descubrir los matices ocultos que no vemos
Tus rimas, los ripios de tu cuerpo
Que como mi musa, desciendas al cuaderno
Ya basta de imaginar que nos queremos
Quiero ser tu obra de arte, tu clave de Sol
Ser tu río, tu ácido, el nombre de tu voz
Tus ojos, tu espejo retrovisor
Tu última canción.