Todas las mañanas Manuela
va a las escuela,
y cuando sale,
con mucha alegría,
almuerza en lo de su abuela.
Todas las mañanas Manuela
va a las escuela,
salvo cuando está enferma
o cuando le duele mucho la muela.
Todas las mañanas Manuela
va a las escuela,
y durante la clase
conversa y se divierte
con su rebelde compañera Adela.
Todas las mañanas Manuela
va a las escuela,
y cuando la vieja campana del recreo suena,
sale corriendo a contemplar
al chico con el que todas las noches sueña.
Todas las mañanas Manuela
va a las escuela,
y en sus estudios,
según la palabra
de sus queridos profesores,
es una alumna muy buena.
Todas las mañanas Manuela
va a las escuela,
con su prolijo uniforme,
su vieja mochila
y con una carpeta realmente enorme,
pero que siempre se encuentra en orden.
Todas las mañanas Manuela
va a las escuela,
pues esta dulce adolescente de trece,
que cada día crece y crece,
es muy aplicada e inteligente,
por eso jamás en las asignaturas
tiene un sólo ausente.
Todas las mañanas Manuela
va muy feliz y con gusto a la escuela...