“Un gran amor, una gran amor lejano
es algo así como la enredadera…”
que aunque intentes alejarlo en vano,
aunque te vayas lejos él te espera.
Y mientras más grande sea la distancia
al veneno del néctar que este exhala
más te llena el recuerdo su fragancia,
más te cubre cual ave con sus alas.
Ave que te conduce a la locura,
al recuerdo del sueño abandonado,
a comprender que no ama la cordura
porque el amor es loco y despiadado.
Y en medio de la noche un ser que ama
“…de repente se encuentra con la hoguera
que lo consume todo con su llama…”
y te recuerda al ser que a ti te espera