No hice mucho por complacerte, sólo hacía lo que quería yo: quedarme a tu lado.
Bajaste la mirada un par de veces, pero no me bastó: lo seguía intentando.
Distancia había entre nosotros, y aún así nos manteníamos conectados; lo que en otras palabras era: sentenciados a vivir separados.
¿Realidad o fantasía? La pregunta del día a día, hasta que en medio de la valentía pronunciaste un: no puedo.
Como ves, desistí; tonto de ti que te interesaste con el tiempo, esto es, tarde. Ya no vengas aquí tratando de avanzar: las suelas de mis zapatos ya no dan pa\' más.
¡Qué tal, ¿eh?! Aquí me encuentro nuevamente; mírame nene, viviendo esta vida a mi suerte: sola una vez más.