santos castro checa

¡AH, LOS AMANTES...!

 

¡Ah!, las horas…

¡Mecidas por el odio,

golpeadas al delirio

en la humedad de la alborada…!

Citas de las doce...

Los extraños

en las sábanas tristes…

 

Doce efemérides,

mil ramalazos y son crueles,

¡en bandolera los amantes,

los sangrantes corazones!

Donde lo lúgubre es asfixia 

al suspiro en la pared,

al farol caliente,

¡oh!, las bragas olvidadas

homicidio entre las sombras…

 

¡Ay!, despreciable placer,

¿me dejare solitario alegorías inventando?

¿Qué tan fría y que tan rígida,

la soledad marmolea, hoy,

que enamorado escribo

sanguinolentos versos,

amantes de las sombras...?

 

¡Ay! ¡Cuán desgarradora angustia

atraparte en tu eterno viaje

por la soledad

libélula de los misterios!

 

¡Apenas un dulce sí y mil tormentas

sobre las sábanas tristes!

¡Vuelen, vuelen, mil besos

al encuentro

de la perfecta desdicha,

del inmaculado amor…!

 

¡Ea!, se han escapado

mil sonrisas

en una rítmica bambolea…

 

Se estrenarán los pomposos

tamborileos de la vida inferno;

un corazón danzando

sobre las llamas

entre sonrisas quebrantadas…

¡Ah!, bendita locura

de los cuerpos, al fin,

en tanto fuego,

en tanta hoguera infinita...

 

Un sí, al fin,

en tan solo un dulce instante,

hicieronles enloquecer…

 

¡Ah!, los amantes,

sobre las sábanas tristes…

 

Ahmed Krentel