Naufragando en un sin fin de provocativas tentaciones,
desgarro de azucaradas pasiones.
La bella escultura de marmol provocativa,
sin el mas minimo conocimiento.
Su infalible arma de desconcierto, aceitatada
ala perfeccion esta.
Un fantasma de brea, que del coma te caera
en sus blancos encantos de cristalinas
y dulces miradas.
oh, fuertes izan vientos, coensecuentes a dulces
y tentadora degustacion olvidado del sol
con el tiempo cayendo de sus manos en
miles de granos de arena.
El ritmo controlado bajo el influjo de su resaltante
brillo. Fatigosamente corren ellos, dentro de confusas
cuevas de inumerables desiluciones de ver la
la salida, y dentro de ella irresignables
voluntades de pedir perdon al sol.