Alonzo T

Invocación al olvido de un amorío joven

Yo te invoco dulce olvido,

para que extraigas con ese celebre cuchillo

las penas que nacieron al morir el amor mío

 

Las horas pasan en mí

como las últimas estancias de un condenado,

y arrastro mis penas

como las cadenas del reo que nunca fue liberado,

del inocente que no verá la luz, y también

de un cordero que llora ante su cruz.

 

Vive en mi persona la muerte

en persona, que alimenta de mal sueños

 esta noche de neblinas,

 mas no son noches, pues uno en la noche descansa

son tardes sufribles de un sol

 que se quema la espalda cargando su propia condena,

de muerte física y eterna

 

El amor mío que emane

el olvido que nunca me socorrió

ese amor que sufrí antes de verlo morir

crucificado, y antes clavadas sus lágrimas

en las mías,

llorare en pena y deseando el olvido

quizás del llanto

o de la mustia muerte esperando con su cuchillo.