Claro que temo a la soledad
y mas aún en su fase mas negra
cuando me habitan murmullos del pasado
y es tu voz la que pesa.
Temo a despertar con la boca seca
y no encontrar el agua que sacie mi pena,
temo a esos fantasmas que hacen fiesta
y bailan con mi sombra
en loca algarabía de un viernes de cuaresma.
Veo que es tarde,
el tiempo acusa mi recibo de insomnio,
se clavan las agujas en mi carne que tiembla
y me acunan las horas,
queriendo cerrar mis parpados vacios.
Temo dormir y despertar en un nuevo día
cubierta con tu sombra