boris gold

LA PRINCESA Y LA MUÑECA

 

Uno de los muchos poemas

Que le hice a mi nieta Aldana.

 

                                            Yo vi allí arriba al sol divertirse

mirando ese prado cambiar de color

a medida que ella, se iba acercando

bailaban las flores...su danza mejor.

 

Parecía una diosa, así a lo lejos

sus ojos tenían un dulce mirar

sus lindas trencitas, color azabache

y una muñeca rubia...que sabía hablar.

 

Esta le decía, que quería un mundo

lleno de alegría y ausente de temor

hermanados todos, bajo un mismo cielo

y justicia plena...para vivir mejor.

 

La niña contesta muy emocionada

los grandes discuten, pelean sin cesar

cambiaremos esto los chicos unidos

hay cosas valiosas...para aprovechar.

 

Venían cantando y bailando dichosas

el cielo brillaba, para ellas dos

la inocencia pura volaba entre nubes

la amistad primaba...también el candor.

 

Después se van yendo, buscando compinches

será una cruzada queriendo poder

que la gente bregue, por todo lo bueno

la nena le dice...se puede ¿sabés?.

 

A veces me quedo, mirando extasiado

soñando ser chico para así tener

de amigas a ellas, a mi lado siempre

que lindo sería...ser niño otra vez.

 

Los dos personajes, de esta bella historia

son dos amorcitos afines a mi

una es ALDANA, de nueve añitos

la otra una muñeca...llamada RUBÍ.

 

Boris Gold

(simplemente…un poeta)