Dura decepción sobrevive mi alma,
caen cenizas al suelo por tal dolor.
Barro las lágrimas de una ilusión frustrada,
coso la herida de un tonto amor.
Fuerte el miedo que se cala en mis días
pensando que no existe la otra mitad;
fuego que quema mi vida
parece un cuento de nunca acabar.
Más de lo mismo he vivido siempre
guardo en mi mente un sueño real,
cansada estoy en mi subconsciente
no veo entonces un buen final.
Quiero un tanto de una respuesta.
La ansío hoy más con tanta fuerza.
Si así de fácil llegase ya
como las letras que nada cuestan.
Fuerzas no tengo, me tumbo al piso;
oigo un clamor pegando gritos;
escucho risas en mi interior
que hacen ecos diciendo adiós.