“¡Raja de acá pebete!”
Como en ninguna me achicaba,
bancaba la parada que venga.
Era el más guapo de la cuadra,
pero que de pintón no tenía nada.
Con mi labia me gane el encanto
de la mina más linda del barrio.
Porque con el chamuyo
era el tipo más bacano,
pero sin remedio hoy
peino las canas del tiempo.
Aunque en casa ya estaba abrochado,
para calmar un poco el afrecho
siempre había una minusa a quien visitar.
De caravana vengo y aunque quiero,
la caravana ya me dejo.
De calavera solo me queda la fama.
Ya ni piropear a una señorita puedo
ni silbarle entre dientes al pasar.
¡Y que les voy a contar!
Si en la intimidad tampoco puedo.
“Como hojaldre me quebraste,
como las hojas secas que el otoño deja”
Y cada vez que quiero veo el destino.
Aposte cara, pero…
¡Salió cruz!