Para el humano es difícil olvidar,
humillaciones, daños y dolor
es algo que no solo no olvida,
con frecuencia no puede perdonar.
Son cuchillos que guardan en el alma
no importan cultura ni crianza
es imposible el encontrar la calma
hasta saciar la sed de la venganza.
Devuelven un buen dia ese puñal
de su enemigo el rictus esperado
luego esa herida deja su cruel señal
sin advertir que en ellos mismos, fué clavado
Es triste, nuestra vida falaz
los agravios continúa rumiando
sin advertir que solo perdonando
quizás lleguemos a alcanzar la paz.