Raúl Daniel

Ahora Tengo Otra

Ahora Tengo Otra

 

Ya pasé por todos los duelos precisos

que tenía tu causa...

Fuiste una quimera, un sueño atrevido

que nunca debiera... Pero igual te quise.

 

Tú fuiste ese fuego ardiente que quema

por las primaveras...

 

No nos dimos tregua, rompimos los mitos,

las leyes, las reglas...

y en una locura de amor nos hicimos

felices un tiempo (muy bien lo recuerdas).

 

No fuimos amantes ni novios ni amigos,

sino todo eso, más algo más grande,

como amor de padres e hijos...

 

Nuestro amor traspuso la fe y la prudencia,

me quisiste mucho, y yo puse en ello

mi arte y mi ciencia...

 

Yo jugué en tu cuerpo los juegos planeados

por maestros antiguos, y que me llegaron

en libros prohibidos...

 

Tú los disfrutaste como nunca otra

que lo hizo conmigo...

y lo demostraste diciéndome siempre:

\"-¡Quiero más, querido...!\"

 

¿Habrá algo eterno?... porque todo acaba

(al menos lo bueno)... y acabó lo nuestro.

Yo tuve la culpa, quise transformarlo

en algo común (con un casamiento),

¡y ya era tan bello...!

 

Hoy, después del duelo que ese amor tuviera,

te sigo queriendo (aunque no debiera);

tú sigues hermosa, tan fresca y lozana,

como si estos años no hubieran pasado...

yo acuso los daños (arrugas y canas).

 

Ya no voy a fiestas, no salgo en las noches,

mi vida transcurre más tranquila ahora

... y vivo con otra.

 

Es una muchacha del campo, muy buena,

con ojos castaños y la piel morena.

 

Es muy cariñosa y trabajadora,

y no hace diferencia por tu hijo o su hijo

que ustedes me dieran...

 

Te cuento, Carlitos le dice “mamá”,

y de ti (lo siento), ya ni se recuerda

(la cree su madre...)

 

Yo entiendo que quieras reconstruir lo nuestro,

pero reflexiona... ¡es un poco tarde!