Ella esboza sonrisas de carmín
El viento la acaricia
Y suelta pétalos al suelo
Escribe poesía en su diario
No piensa en más que él
Él desea que por fin
Llegue mañana y sus delicias
Mirarla a los espejos
Regalarle un poemario
Sólo quiere volverla a ver
Ella canta por jardines de frescura
Sus pestañas toman brillo
Y su tez se vuelve blanca
Piensa en el amor y sus mentiras
El amor y sus verdades
Él cubre con su dedo la luna
Se olvida de sí mismo
Se le atora la garganta
Al practicar todas sus rimas
Al ensayar para cantarle
Ella se demora un breve instante
Colocándose una flor en su cabello
Vistiéndose de azul muy claro
Preparando sus sonrisas
Ahora sólo piensa en verlo ya
Él se viste de corbata y traje
Creyéndose un apuesto caballero
Con su beso preparado y ensayado
Anticipando sus rodillas
Al espectáculo que tarde dará
Ella llega y lo abraza sin esperar
Lo había esperado tanto
Había deseado tanto ese perfume
No puede creer que sea suya
No puede creer estar entre sus brazos
Él se viste de luz y huracán
Tomándola de la mano
Viendo sus ojos y su lumbre
Su tierna sonrisa estúpida
No puede creer quererla tanto
Ella se sienta sonrojada enamorada
Con sus piernecitas cruzadas
Evocando sus fantasías
En ese gesto que él admira tanto
Y consigue su mirada en aquel sitio
Él no aguanta la mirada
Y se decide por fin extasiarla
Se acomoda levemente y se arrodilla
Estira su brazo para acomodar su mano
Y sin preámbulos saca la cajita y el anillo.
Y sin preámbulos la propuesta es aceptada.
Y sin preámbulos
Sus vidas eternamente se entrelazan.