El tiempo es río sinuoso.
Se parece a duende descalzo,
desnudo,
eufórico,
implacable y
presuroso.
La vida es amiga del tiempo,
que evoluciona,
deja huella,
se agiganta con el tiempo,
se enferma,
se vuelve reto,
se torna amorosa,
milagrosa,
esperanzadora,
saludable,
enojona,
agitada y
transitoria
Corremos para vivir,
antes que nos alcance el tiempo,
talvez, nos deje en el camino de la vida,
puede que no suceda el mañana
y todo se termine hoy.
La vida, es sucesión de momentos,
vida tan breve,
enhebrada en el tiempo,
sujeta a un hilo temporal.
Cuando el otoño brota en el jardín de la existencia
y tórnase nívea la cabeza,
la vida apresura el paso,
con pies desnudos,
como queriendo alcanzar al tiempo,
detenerlo,
sonreirle
sobornarlo; pero,
¡ No se puede !
El tiempo, sin alas, vuela. . .
nos mira de reojo,
cómplice del segundero del reloj,
escondido entre las piernas de las hojas del almanaque,
pasa corriendo, vertiginoso . . . sigue su andar,
y la vida . . . contemplativa,
bella superviviente,
solamente le queda la espera y
la entrega del equipaje, en cualquier momento.
® Jaime García Alvarez
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