Es frustante esperar,
mirar como pasan los segundos, que se convierten en minutos,
que se convierten en horas.
Pero lo peor de la espera,
es cuando el tiempo se consume,
y de a poco casi se llega la hora tan anhelada
mientras lo deseado que nos retiene en ese lugar
no aparece, no se divisa, no está,
es cuando aparece la incertidumbre, el miedo,
el pulso se acelera, las manos sudan,
el corazón se hace grande y luego pequeño...
Todo mientras tus pensamientos te dicen
que no llegará y al momento se arrepiente y te da esperanzas.