Hoy deseo escribirte a ti,
a las letras que sentimiento expresan,
a los escritos que acarician suavemente el alma,
deseo escribirte a ti, poesía.
Dulce poesía que en mi corazón habitas,
dulce poesía que llenas de luz mis días,
dulce poesia que endulzas mis tristeza
y sellas con tu marca mi alegría.
Decirte que mis humildes versos
encierran sensibilidad profunda
para llenar los corazones
de sentimientos nobles.
Porque escribir una dulce poesía
es igual a vivir una eterna primavera,
es la pura y viva expresión del alma
transformada en bellas palabras.
Tu representas para mi el rincón
en donde escondo cada día
desengaños y amarguras
en el fondo del corazón.
Tú eres poesía mi bella compañera,
refugio de ingratitudes y penas
que convierto en dulces versos
mirando las estrellas.
Poesía en mi melancolía
es como para el náufrago
la tabla que Dios le envía
para vencer con ironía
la tempestad de la vida.
Gracias poesía...
por la magia que en mi derramas,
por llenar de belleza mis largas horas
y sentirme en tan grata compañía.
Y seguiré haciendo poesía
porque me permite soñar
y descubrir cada día
esas pequeñas cosas
que hacen grata la vida
y te hacen contemplar
con otra perspectiva.
Fina