Adiós… cinco letras formando una palabra que en ella conjuga soledad y tristeza…
Adiós… se susurra cuando ya todo está perdido…
Adiós… cuando todo termina, cuando todo se olvida…
Adiós a ti, adiós a la felicidad, adiós a la vida misma…
En nuestra vida escucharemos innumerables veces esa palabra…
Despedidas que te harán sentir una honda tristeza y una gran melancolía e inolvidables recuerdos…
Ese adiós que jamás espere y que muchas veces evite llego esta tarde…
Lo escuche en tu silencio, lo percibí en tu ausencia…
Me quebró la voz, entristeció mi alma, empequeñeció mi corazón y opaco mi sonrisa…
El eco de ese adiós que jamás pronunciaste me llego en forma de presentimiento, presentimiento tan real porque sé que nunca más recibiré una explicación…
Hoy sueltas mi mano y me dejas solo en medio de este camino que un día empezamos y que juntos recorrimos…
Ojala que las lágrimas me dejen ver el camino que debo transitar solo…
Sé que a pesar de tu inevitable adiós debo seguir adelante recordándote porque de algo debes estar segura…
De mi… jamás esperes un adiós!!