Cesar Zamora

Juana y El

Con el rostro taciturno, pasos cortos y el mirar sereno

El se encamina a la iglesia, para pedirle al Nazareno

que no se lleve a su Juana, a su adorada esposa

quien  tendida en una cama, llena de dolor, reposa…

 

Ella es su mujer, su compañera eterna, su alegría

su amada desde la infancia, hasta este último día

que la parca cruel, emisaria de la muerte, a llegado

a robarle a su Juana, a apartarla de su lado…

 

Con el rostro iluminado, pasos cortos y el mirar sereno

El va saliendo de la iglesia, de pedirle al Nazareno

que no se lleve a su Juana, a su adorada esposa

quien  tendida en una cama, llena de dolor, reposa…

 

El es un hombre sencillo, trabajador y muy fuerte

pero no atinaba que hacer, ni como vencer a la muerte

que no le robara a su Juana, y ya tiene un halo de luz

porque confía en aquel, que por amor murió en la cruz…

 

Ella se llama Juana…y vive feliz con El…

 

CAZA

04/03/2014