Eugenio Sánchez

ENCUENTROS AMOROSOS

(Solo para mayores de 60 años) 

 

Hoy como ayer, desde hace tiempo,

 hoy como ayer, nos  arrastra,

el instinto  y  nos envuelve

en su alas rojas de placer.

 Mis dedos moldeados a su cuerpo,

 cuerpo desnudo que se estremece.

 De tanto acariciarla lo tengo en mi memoria,

de tanto tenerla, grabé sus gemidos,

cuando me devora en cada bocanada.

En esta escaramuza de placer infinito

 vamos dibujando figuras abstractas,

 figuras que  solo ella y yo entendemos.

Aunque peque de vulgar les cuento,

que al hacer el amor somos dos bestias.

Al penetrarla con mis dedos diestros,

volamos al cielo   en nubes de placer;

abre y cierra las piernas y avanzamos

 y en esta postura nos arrastramos

 recorriendo la alcoba de esquina a esquina

 que chilla y se mece, ya está vieja,

 muy carcomida y débil tiene el alma.

 Me aprieta entre sus brazos, gime, delira.

Al llegar al último escalón de nuestro gozo

 nos quedamos exhaustos, sin aliento,

 ella muerta de gozo, yo acalambrado.

 La alcoba plana y frágil es testigo

de nuestros encuentros amorosos

que a diario ella y yo protagonizamos

 con la excelsa pasión de dos amantes.

Ha pasado el tiempo, estamos viejos

que hasta olvidé su nombre y también  el mío,

 no sé de dónde vengo, ni a donde voy;

Aunque parezca falso a todas luces

 no puedo recordar nada, de nada;

sólo que se parece tanto, tanto

a mi anterior amante que está muerta,

hasta parecen cortadas con la misma tijera.

 ¡TIJERAAA…! Si, es ella,su nombre es ¡TIJERA!

mi amor, mi compañera y yo soy el viejo sastre de la esquina.

 

Eugenio