Mutilar podría mi alma la desdicha
Mi espíritu volaría, escaparía de mi boca,
Y ascendería a pedir explicación al todopoderoso
Por tal aberración de existencia
Y Dios lloraría, y gimotearía, y me suplicaría
Y yo no le perdonaría.
Pero entonces llegaste tú, tú llegaste...
Tímida entrada, y espectacular nudo, de esta,
obra nuestra que es nuestro amor, que tiene a los querubines
expectante del desenlace.
Y ahora, Dios es invisible y manco,
Es a todos ojos impotente, pues,
Si Zeus me fulminara con un rayo,
Si Jaque Derouix se metiera en mi mente y me arrojara por la ventana
Nada me importaría, pues polvo seria,
Mas polvo enamorado.