Te regalare mi tiempo,
en las alboradas de la vida.
Te regalare mis pensamientos
que no son pocos.
Te regalare una mirada,
y después una sonrisa.
Te regalare una rosa
fresca y lozana como tú.
Que más quieres mujer
ansiosa y apasionada,
que demandas a mi vida
más de lo que otros dan.
Te deje entre primavera
Y otoño.
Aun, tengo algunos
rescoldos de amor
de ese verano,
que perdimos entre
los años más hermosos
de nuestras vidas.
Pero no te he dicho que aun
me quedan dulces caricias
que puedes recoger,
como gotas de miel
de un rico panal que guardo
en la tinaja de nuestro tiempo.
Te regalare toda la ternura
que me queda entre
las costuras de mi cuerpo…
Manuela Campos 19/1/2014