No es digno el piso
De besar tus hermosos pies
Ni el viento
De acariciar tus mejillas rosadas
Profanos son mis labios en los tuyos
Ángel es tu espíritu que llega a mi corazón
Bésame con tus alados labios
Ámame con la magia de tus besos
Glorifica a este siervo de tu carne
y a este artista que,
por vuestra musa inspiración,
compone estos versos
Derrite tus labios en mi boca
Llena de dulzura mis olvidados sentidos
Abrázame y no me sueltes nunca
Pronuncia mi nombre y partiré sin senda
hasta llegar ante vuestros ojos,
dos caramelos celestiales.