Como un náufrago en el mar
me encuentro en esta existencia lamosa,
perdido esperando una señal
para que me saque de este estado tullido,
pájaro diurno perdido
en la noche y su oscuridad
me entrego a momentos prohibidos,
y después siento el malestar
de haber sido quien he sido,
nubes de tormenta se acercan
como murciélagos con bríos
para devorar las entrañas suicidas
de algunos momentos tranquilos,
también se acerca la soledad
con sus pasos flotando en el piso,
y sus palabras son susurros
que me angustian el oído,
¡debo calmar mi ansiedad!
porque sino me comen los bichos
que se introducen en el corazón
como un veneno su líquido,
¡me voy a buscar en la noche
un fantasma antiguo y querido,
que me consuele las horas rotas
con su velaje tan fino!