Caminando, buscándome y tan perdido;
Me he quedado mudo y sin pensar, cansado
Sonidos ocultos en tanto año vivido;
¿Qué es esto? ¿Es así como conversa el mundo?
Un suave viento, sopla dulce al oído
Acariciando los pastos y sembríos
La kiwicha y papa, danzan extasiados
Los maíces, siempre andando quejumbrosos.
Inesperadas, se escuchan, dos melodías
Alegres, risueñas, enamorándose ambas
Mi corazón fuertemente late buscándolas
Volando, dos juguetonas avecillas.
Agua cristalina, va libre por sequías
Andando altanera, presuntuosa, apurada
Emitiendo música, encantando cual magia
Alborotando y refrescando verdes chacras.
¿Realidad? ¿O dormido de cansancio?
Alzo la mirada, nubes acumuladas
El sol se asoma, aparece el Santa Cruz
Imponente, seductor de blancura cegadora.
Muchos años, nunca vi, nunca escuche
La belleza oculta de la naturaleza
El sentimiento autóctono y místico de mi tierra
Tierra, viento, agua y nevados; dioses ancestrales.