\"Detrás de su sonrisa, la canción que de su boca emanaba, motivó los primeros brotes de la primavera\".
En algún momento me dijo el nombre del autor que prefería, su color favorito y el signo del horóscopo en el que no creía, porque su destino sólo lo marca su voluntad, pero que revisaba de vez en cuando sólo para aparentar cierto misticismo a su temperamento. Valió la pena esperarla media hora en la puerta de su trabajo, al salir la tomé del brazo y creo que no la volví a soltar en toda la tarde.
--¿A dónde quieres ir? --me preguntó.
La pregunta me tomó por sorpresa. Era la primera vez desde que tuve mi primera cita, que la chica en cuestión me preguntaba por lo que yo quería. Era una oportunidad única y no la desperdiciaría.
A dónde ir y qué hacer, son las preguntas más comunes, pero a la vez las más difíciles de responder en una circunstancia así. Como buen citadino, los lugares para reunirse y socializar, son bien conocidos y aunque el motivo representa un costo algo elevado, hay todo un repertorio según los gustos de nuestras acompañantes, pero aquí la questión es saber qué era lo que yo quería. Y le dije:
--Quiero pasar la tarde contigo sin preocuparme por cómo debo impresionarte para conservar tu interés en mí. Tal vez comer algo y caminar un rato sin rumbo fijo.
En la glorieta del Ángel de la independencia, sobre la avenida Reforma, el sol se posó sobre su rostro aún sonriente. Un destello inusual inmortalizó el momento, y en sus mejillas, la luz se dividió en sus siete colores, por los diminutos cristales que había en su maquillaje. Debo pecar de escéptico si sigo pensando que era un efecto del maquillaje. Lo cierto es que me quedé prendido de sus ojos y volví a encontrarme con sus labios, como si bebiera mi último trago de agua.
Más tarde, después de un par de ensaladas y helado de postre; el puente que hacían nuestras manos al caminar, parecía tan sólido y viejo, que las raíces de los árboles habían enrollado los barandales. Y todas las estaciones en sus más bellos colores, se mostraban en aquél recuerdo que nunca olvidaré.
\"Ella brilla intensamente, y su luz impregna mi corazón y mi mente\".