Hoy te oigo en el murmullo de las olas
cual dulces notas de cántico vespertino,
como si susurraran dulcemente un ¡te amo!
y, queda grabado en el corazón de la tierra
para que cuando me falten, me hablen de tu amor.
Hoy te veo en el vaivén de las olas
cual barca que busca acercase a la ribera,
como si quisieran alcanzarme en cada ir y venir;
y, deja sus besos en cada rincón de la playa
para que cuando me falten, me llenen de tu amor.
Hoy te siento en la brisa del mar
cual ave que recorre palmo a palmo cada litoral
como si buscara desde el cielo a su dulce amada;
y, entrega sus caricias a todo cuanto encuentra a su paso,
para que cuando me falten, me recuerden de tu amor.