No pienses mal, amor,
no es enojo,
es este cariño encapsulado
en el dolor de sus heridas.
No te odio,
yo no puedo.
Hay tanto en ti que amar,
que no me bastan las horas
para otra cosa.
En verdad.
No te aquivoques.
Yo no siento ira
ni coraje.
Pero esta jaula
en que mi corazon habita,
le ha encerrado el amor.
El amor ese que ya no te alcanza
que has limitado.