Donaciano Bueno

Espera I

¿De qué sirven las palabras si viven solas

y el viento para qué vale si no lleva aire,

el aludido no se percata ante un desaire

o si huecas de líquido vuelan las olas?

 

¿Por qué de noche el cielo siempre es oscuro

o en su casco se esconden las caracolas?

Mis deseos tropiezan siempre ante un muro

y en ti pensando yo muero hora tras hora.

 

Acuérdate que un día no muy lejano

ante mis curiosidades tus respondías

con un beso en la boca mientras tus manos

muy fuerte se enlazaban contra las mías.

 

Ahora pasado el tiempo ya las preguntas

del  pozo de mi mente ya se han secado,

tus manos y las mías ya no están juntas

y aquellos lindos besos ya se han segado.

 

Quisiera cual cigüeña que al campanario

en el mes de febrero siempre volvieras.

Sueño y sigo cantando como el canario,

mis oídos atentos siempre a la espera.