Usted es hermosa, princesa
Inmensa en belleza radiante,
Vistiendo vestido elegante,
Luciendo su andar de realeza,
No vengo a dejarle promesa
Ni espero que hoy sea mi amante,
Porque sé que no es importante
Mirar al que en versos se expresa,
Mas, ¿quién no le exalta belleza
A fémina y Reina importante?
Ni el trono, esplendor y riqueza
Ni el oro y fortuna abundante,
Disponen valor fascinante
Como el de beldad de una alteza,
Y empuña esta mano firmeza
Si escribo a usted verbo incesante,
Pues tengo una lucha constante
Cantándole a un ser de nobleza,
Si acaso le ofendo en proeza
No habrá en su castillo un cantante
Soy un hombre que huele a cerveza
Y usted, a una rosa fragante,
Y brilla cual joven diamante
Y opaca a este ser de pobreza,
Bien sé, que nací en la maleza
En tierra lejana inmigrante,
No estoy a su altura, no obstante
Doy versos que tengo en cabeza,
Del libro y poema es grandeza
Cual Luna en el cielo brillante
Soy árbol con mala corteza
Y usted bella flor rutilante
Rielando una luz fulgurante
A espanto que dama embelesa,
Usted es albura en pureza
Y yo de un millón, aspirante
A ser de una estrella viajante
Su espía en un mar de lindeza,
El ave que siempre regresa
Al sueño de amor más vibrante
No llore, mi hermosa princesa
Mi ensueño se acaba al instante,
Su aroma de flor penetrante
Me calma el dolor y tristeza,
La flecha que un cuerpo atraviesa
No extingue un amor semejante,
La herida en mi pecho sangrante
Es muerte divina que empieza,
Si cierra los ojos y reza
La muerte será estimulante…
Y muere un guerrero en proeza
Mirando a su Reina fragante,
Versando jadeo agobiante
En drama de horror y crudeza,
No importa si hay oro o riqueza
Pues siempre el dolor es punzante,
Quien ama a su ser relevante
Es rico y no un hombre en pobreza,
Amar no es acción de tristeza,
Amar es lo más importante...